La belleza de lo cotidiano

toaster, tostador, tostadora, David Rojo H.,
Muchos de nuestros aparatos domésticos tienen una apariencia
secreta, revelada sólo cuando apagamos la luz.
Estamos acostumbrados a actuar en base a una serie de rutinas hogareñas, acciones que en algún momento establecimos como necesarias y sin pensarlo mucho, continuamos realizando hasta que alguna variante aparece, sea un accidente (un apagón, por ejemplo) o la visita de una persona que de manera natural, hace rutinas diferentes. ¿Cuántos de estos programas que parecemos habernos implantado de forma permanente son realmente eficientes? Muchos podrían alegar que la mayoría, sin embargo, para la gente como yo, que una de las rutinas que tengo férrea y felizmente implantada es la de romper la rutina de vez en cuando, el modificar en alguno de sus elementos cualquiera de las demás rutinas es algo indispensable, tanto para poner a prueba lo aprendido (las condiciones y circunstancias de la vida cambian constantemente) como para intentar enriquecer aquél programa que implementamos hace 10 años, o quizá menos.

Así es como llegué a esta foto. Estaba buscando objetos interesantes para fotografiar, pero, en la costumbre de pensar que hace falta buena luz para tomar una buena foto, encontré que la noche y los focos normales de la casa no ayudaban. Pude haberme frustrado y estuve a punto de hacerlo, cuando recordé mi amada rutina: Cambia la rutina :D

Busqué los objetos que emitían luz. El estéreo me resultó poco novedoso, la TV es... una TV y no encontré una toma interesante, una lámpara. . . nah, muy común. ¿Unas velas iluminando botellas? ¡Claro! Lo malo es que las botellas estaban feas o rayadas y no buscaba lograr una imagen sucia. Estuve a punto de volver a darme por vencido y clausurar la idea, cuando esa vocecita mágica que algunos llaman inspiración -que en mi caso y según yo, simplemente fue mi memoria- y recordé la tostadora de pan, comprada pocos meses atrás. En la tienda, al seleccionarla, la luz azul no parecía ser espectacular en forma alguna, "es un LED azul, gran cosa" -dije con cierto desdén, pero, una vez más, el motor que alimenta mi "rutina anti-rutinas" funcionó.

Tripié, encuadre, foco, calcular exposición, sacar la mantequilla, mermelada de fresa y 2 rebanadas de pan integral. Estoy feliz con el resultado :)

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