La motivación del no motivado


He aquí uno de los mayores dilemas con los cuales me he encontrado en mi vida reciente. Me confieso flojo, incluso en algunas ocasiones, apático. Este es uno de los defectos que más consecuencias lamentables ha producido en mi realidad, extendiéndose y tocando la vida de otras personas. Bien podría decir lo típico: "Me preocupa haber dañado a mis seres queridos" o quizá "mis defectos han lastimado a otros", pero no. He llegado a comprender que no soy responsable de la forma en la que los demás deciden vivir su vida, y si eso incluye el sufrir a mi lado, sea por causa mía o propia, es su decisión.

Regresando al tema de la motivación, me pasa esto:

Cuando estoy motivado, soy capaz de escribir fluidamente, plasmar ideas con estructura y secuencia, hacer una animación que me guste, componer una rola, etc. Me motiva el estar motivado, hay una retroalimentación instantánea y seguramente hay endorfinas en juego. Todo es belleza ahí.

La cosa se pone fea -y realmente lo sufro- cuando no encuentro motivación alguna. Salir de este círculo vicioso requiere un esfuerzo constante y llega el momento que auténticamente se me cansa el cerebro :( Horas y horas de lucha entre un juego de neurotransmisores y otro.

En algún momento de mi adolescencia, escribí un cuento corto, algo así como 7 o 12 cuartillas de una historia de ciencia ficción, pero sin rayos láser, tricorders, túneles del tiempo, agujeros negros o cyborgs. Puedo llenarme la boca diciendo que era ciencia ficción de la buena, donde la existencia de una historia interesante hacía que lo fantástico dejara de ser increíble y lo imposible para la ciencia actual perdiera relevancia.

Le di a leer a un maestro de literatura y escritor, amigo de mi madre, este cuento. El halago que recibí en varios niveles es uno de los primeros halagos en tal forma e intensidad que recuerdo haber recibido de un adulto externo a mi familia y ciertamente fuera del círculo académico, donde no recibí muchos halagos :S ¿Me marcó esta experiencia? Deduzco que si. Rara vez he necesitado motivación forzada para ponerme a escribir.

¿Que me lleva a desear expresarme vía escrita?

La libertad, hermanos. La libertad.

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