Sobre pechos y tetas.

Hace unos momentos, entré a facebook y leí un mensaje que me mandó uno de mis contactos, uno de esos mensajes que me gusta recibir, donde queda muy claro que hay gente pensante en la red y no todo es bobería, comercio y superficialidad. El mensaje es un cuestionamiento a una de las más enraizadas respuestas ante la desnudez, y cito:

¿Por que los hombres pueden mostrar sus pezones en público sin ser juzgados, y las mujeres no?
Por ejemplo, en la publicidad o en la vida diaria, algunos hombres se quitan la camisa al trabajar al estar en casa o en la playa, cuando una mujer parece verse obligada a no hacerlo a pena de ser motivo de un escándalo o incluso "faltas a la moral".

Este es un tema largo e intrincado. Intentaré abordarlo desde la óptica más simple, haciendo un esfuerzo por evitar que esta lectura te haga reventar la cabeza antes de lograr plantear la idea fundamental: Se teme a lo que se desconoce y a aquello que no se puede controlar.

Dado que no estoy validado como antropólogo, psicólogo, historiador, sexólogo ó erudito a manos de alguna institución educativa, me limitaré a usar la lógica, observación y la capacidad de observación que me permite tener una idea lo suficientemente clara como para atreverme a plantearla, sin temor a recurrir al choro mexicano*, que si bien es divertido durante una plática informal, es origen de mitos e incoherencias que tarde o temprano sólo obstruyen la claridad de pensamiento.

Es entonces que primero citaré los hechos generales observados que atañen a este tema:


  1. En el mundo animal al cual pertenecemos (si, aún no somos seres incorpóreos), el macho responde de manera más intensa que la hembra a los estímulos visuales y las hembras son más finas con los olores y sonidos.
  2. El concepto de pudor del humano "primitivo" era notablemente diferente que el del hombre moderno. Podemos constatar esto con los grupos humanos existentes en Africa, Brasil y Australia que se han mantenido al margen de la modernidad, aislados.
  3. La influencia de la religión sobre la cultura occidental es imposible de ignorar. No hablaré del mundo oriental, porque no he vivido ese entorno y sé poco o nada al respecto. 
  4. En el momento en el que el sexo se convirtió en algo precaminoso, todo objeto, concepto, noción y parte del cuerpo vinculados a él, se convirtió en tabú.
  5. La mayoría de las culturas occidentales comenzaron siendo patriarcales; el dominio sobre la mujer torpemente fundamentado en la superioridad de la fuerza física que la testosterona le otorga al hombre, haciéndolo más agresivo.
Comencemos con estos 5 hechos. Hay mucho más que tomar en cuenta, pero dije que simplificaría.


Si tomas en cuenta estos hechos y los combinas en tu mente, podrás ver cómo es que se conectan algunos puntos que puedes ver en tu vida diaria.


  • Los pechos femeninos, al igual que todas las demás partes del cuerpo que definen a una mujer como tal, son fácilmente asociables al sexo, pues -al igual que con la religión- nuestra mente asocia sonidos, olores, formas y vivencias con ideas, conceptos y por consecuencia, el olor del cempasúchil es símbolo del día de muertos, un grito agudo es símbolo de peligro y unos senos simbolizan femineidad, que erróneamente los hombres vinculan casi de manera automática al sexo.
  • Si eres mujer y mientras caminas en alguna zona turística donde hay playa, ves a un hombre con una piel sana, cabellera generosa y ordenada, musculatura bien definida y con un bulto que parezca no ser una pena en vez de un pene (broma de moda en los días en que esta publicación fue hecha), es muy poco probable que aunque estés feliz y enamorada de tu actual pareja, no pase por tu mente la idea de que ese es un buen espécimen.
  • Si eres hombre y estás visitando un famoso museo en aras de culturizarte y cultivar el intelecto, es poco probable -muy poco- que si ves una mujer que al caminar, sus pechos y nalgas mueven de manera oscilante pero firme debido a la muy conservadora y recatada ropa que se puso para la ocasión, tu mente no genere una pre-visualización de ella desnuda o en una situación donde esas carnes se sigan moviendo a causa de tus embestidas, por citar tan sólo 2 posibles resultados.
  • Si eres gay y te ponemos en cualquiera de las situaciones anteriores, habrá una reacción o se te cruzará una idea asociada al sexo de todas formas, no sé cuál, pero la habrá.
Todo esto sucede porque -recalco- nuestra mente ya tiene aprendidas estas asociaciones, donde cada cosa es un símbolo de otra, así que -y para continuar con el tema- los pechos femeninos son un símbolo claro en nuestra cabeza.

¿Por que no es lo mismo con los pectorales de un hombre?
La función define la forma. La forma facilita la función.

Tengo una idea muy clara, pero ahora te toca a ti decirme por qué, pues si he logrado dibujar en tu mente el panorama de esta cadena de comportamientos, la deducción sale sola.


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