Sobre el dolor y la percepción


Hace poco más de cinco semanas comenzó a dolerme el lado izquierdo superior de mi dentadura, bueno, doler no precisamente, más bien sentir esa sección, pero nada muy específico. El preámbulo de la mayor parte de las dolencias o enfermedades rara vez es difuso y ocasionalmente hay síntomas que den una advertencia clara sobre el origen real del padecimiento. Lo haré menos enredado con ejemplos:

Ejemplo 1:
Un dolor estomacal puede ser indicio de una larga lista de padecimientos, pero uno tiende a pensar que "algo que comí estaba malo" o nos remitimos a pensar "esa taquiza me cayó pesada", cuando en primer lugar, no estamos seguros si nos está doliendo el estómago o simplemente no es dolor, si no malestar, esto sin contar que muchas veces lo que "nos cae mal" no es lo que acabamos de comer, es lo que comimos hace 1 día atrás o más lo que puede haberle dado el golpe al sistema digestivo y lo sentimos en el estómago, pero no es ahí el problema. El miedo, rencor o enojos guardados, tragarse las preocupaciones, personas con perfil reprimido pueden sentir dolor en el estómago cuando la comida nada tiene que ver :D

Ejemplo 2:
Un resfriado puede ser provocado por varios factores, además del viral, bacteriológico o alérgico:
-Puede ser el resultado de que tus defensas estén bajas a causa de depresión o estrés.
-Puede ser el resultado en cascada de mala alimentación y hábitos suicidas: Comes mal, vas el fin de semana de antro y la rematas el Domingo en la playa, cheleando. ¿Que crees que le estás haciendo a tu sistema inmunológico? :D

Conforme fue pasando el tiempo, los momentos de molestia aumentaron su frecuencia hasta que el día que se me ocurrió dar el taller de fotografía número 2, el sol y aumento en mi temperatura corporal disparó un dolor persistente que nunca antes había experimentado. ¿Quién dijo que no le puede a uno pasar algo nuevo cada día? :O Me tomé una pastilla diseñada para bajar la inflamación y con efecto analgésico y al paso de 40 minutos, el dolor comenzó a desaparecer, desvanecíendose de manera casi celestial después de casi dos horas.

El caso es que días después fui al dentista. Tengo una hermosa y fuerte muela del juicio destruida a la mitad por carie, esto implica que la raíz de la muela ya está infectada y eso es lo que me comenzó a provocar esta sensación y el cosecuente dolor. La odontóloga me recetó un antibiótico que -explicó ella pacientemente- me quitaría el dolor, no por ser analgésico, si no por el ataque directo a la infección.

Infección ---> inflamación + calor ---> aumento de presión arterial = DOLOR

¡Oh sorpresa! A las 24 horas de haber comenzado a tomar el antibiótico, el ojo derecho me comenzó a molestar al grado de que me tuve que quitar el lente de contacto. El enrojecimiento continuó creciendo y a las 2 de la mañana fui a la cruz roja y el Dr. en guardia me recetó 2 medicamentos más, uno para bajar la inflamación y otro para combatir la infección, ambos en forma de gotas :-/

Continuaré el relato el Sábado... cuando la muela haya sido extraída :O

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